En marzo del presente año publicamos un posicionamiento respecto a la decisión que tomaron las autoridades de la UNAM de continuar las clases a distancia, dada la contingencia sanitaria. Tal decisión significó que estudiantes y profesores llevaran a cabo las actividades escolares en línea. Si bien, por la seguridad de la comunidad universitaria, era necesario suspender las actividades presenciales, las autoridades optaron, sin contar con un diagnóstico de acceso a la red o a equipo de cómputo, por que las clases continuaran en línea; es decir, decidieron no considerar suspender o posponer el ciclo escolar. Lo anterior implicó que profesores y estudiantes tuvieran que solventar equipo, acceso a la red, incluso un espacio exclusivo de trabajo, además del incremento de la carga de trabajo.
El el 1o de mayo refrendamos dicho posicionamiento y hoy lo volvemos a hacer exigiendo un uso del presupuesto no ejercido en apoyo de estudiantes y profesores, principalmente aquellos que han resultado perjudicados por no contar con recursos tecnológicos, y exigiendo no represalias contra profesores que no hayan podido continuar las clases en línea.
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